jueves, 26 de junio de 2008

Pregúntale al polvo en imágenes


Como el gran jamelgo Toronto ya escribió un excelente resumen de lo que se dijo -acertada o erróneamente- de Pregúntale al polvo, me limito a poner las imágenes de más fuerza gráfica del último encuentro de La Sartén Littéraire.


Libro (edición de bolsillo), Zippo y tabaco de liar.



Libro edición más cara.


Las imprescindibles notas de Toronto sobre sus lecturas. Queremos una edición facsímil de todas las que hagas.



Nuestra comentarista-no lectora. Dato superjamelgo: siempre viene, no le lee el libro, pero solemos llegar a las mismas conclusiones.



Algunos víveres. Al final, faltaron las hamburguesas, pero se intentaron los perritos calientes, aunque nos quedaron un poco sui generis.



Las partes íntimas de Camila que tanto asustaban a Arturo Bandini.

sábado, 14 de junio de 2008

Bambino Bandini

Bambino,
final de lujo en La Sartén dedicada a Pregúntale al polvo de John Fante...
Foto: El rincón de Bambino

A la espera del reportaje fotográfico de la sesión dedicada a Pregúntale al polvo, ahí va un resumen de impresiones. Si alguna de ellas creen que no es correcta o encuentran a faltar otra, usen el apartado Comentario, no se corten.

- Bandini, mala persona. La fuerza del personaje hizo que muchos le odiaran o le amaran por igual. Se reconoció que esa era la intención y mérito de Fante, pero para los detractores ese carácter hacía difícil mantener la lectura, en plan: mira tío, eres un niñato engreido y paso de ti. En defensa de Bandini: una evolución a mejor a lo largo de la novela y, fuera de ella, la recomendación de J.: Espera a la primavera, Bandini, novela previa que da claves del porqué de ese carácter.

- Camila López y su adicción a la marihuana. Para unos la adicción a los porritos queda como muy naïf, cosa que no habría pasado si se tratara de opio, heroína o cocaína. Para otros el tema de la droga es secundario porque, en lo que sí coincidimos todos, la chica estaba loca y que igual el porrito lo tomaba para relajarse un poquito… pero, porrito a porrito, la cosa se le fue de las manos…

- La riqueza de todos los personajes. La galería que ofrece la fauna de la sucia pensión (la señora Hargraves, Hellfrick el vecino cutre,…), Hackmuth el editor que en la distancia apuesta por el talento de Bandini, la rudeza y mediocridad de Sammy o la inolvidable Vera, para algunos el mejor y más bonito personaje.

- L.A. is my lady. Unanimidad en cómo refleja esta ciudad en los años 30’, punto de encuentro de gentes que dejan sus pueblos en busca de nuevas y mejores vidas. Lo bien que le sienta a la historia ese ambiente caluroso, sucio y polvoriento, adornado de palmeras enfermas. Y el terremoto, uno de los pasajes de la novela que más gustó. Por cómo lo describe y por su significado dentro de la historia.

- Diversidad de opiniones sobre el final. En contra: un final apresurado siguiendo la pista a Camila hacía ningún lugar. A favor: un final abierto donde Bandini parece encontrar su lugar en el mundo.

- Bajo la infuencia. Reconocimiento pleno de haber leído una obra muy bien escrita, aunque la historia no convenciera a todos por igual. Con un estilo, ese realismo sucio, que Fante inició y que nos invita a seguir por la senda de Carver, Chandler, Bukowski…

domingo, 1 de junio de 2008

Terremoto en La Sartén

Long Beach
(California), 1933

¿Ha causado Arturo Bandini un terremoto emocional entre los lectores de La Sartén Littéraire?

Muy pronto lo sabremos, se acerca el día …