martes, 28 de junio de 2011

miércoles, 22 de junio de 2011

La mirada de Lisette


Una tercera mirada que recoge Cold Turkey: Lisette Model.

Running Legs , 42nd Street, New York
(c. 1940-44)

Las Vegas, on the Bar (c. 1949)

Lisette Model “... en los años cuarenta, coincidiendo con su traslado a un apartamento de Greenwich Village, empieza una serie de reportajes de la vida cotidiana, ya sea en la calle, o frecuentando bares, cafés y cabarets.
 Estas imágenes se publican en revistas tales como París Match, Look, Ladies Home Journal, Harper's Bazaar.”*




Nick's, NYC (c. 1940-49)

“
Cuando murió, en 1983, todavía vivía en el apartamento de Greenwich Village con las paredes, suelos y muebles pintados por su marido Evsa, con cuadrados y rectángulos rojos, verdes, azules y negros.

Su obra se conserva en MOMA de Nueva York, Museo de Arte de Nueva Orleans y George Eastman House de Rochester.”*

(Nota al comentario del post anterior: Suerte que no era un mirada tan obvia... sólo hacía falta mirar la fotografía escogida para la portada!)


(*Fuente: El ángel caído)

jueves, 16 de junio de 2011

Viaje con nosotros...


... del Chino a Manhattan.
El espectacular arranque de Cold Turkey en dos fotos y una canción:

Francesc Català Roca
Marineros de visita al Barrio Chino
(Barcelona, 1953)

Diane Arbus
Female Impersonators in Mirrors
(Nueva York, 1958)

¿Y la canción? A Night in Tunisia, de Dizzy Gillespie.

lunes, 13 de junio de 2011

Loca, loca, loca...


Con un poco de retraso a lo habitual y mientras una buena parte del grupo sale de excursión littéraire marsiana por las cumbres de El Carmel... aquí llega la crónica de la última reunión.

Mediodía dominguero de sol tras las tormentas (en todos los sentidos: más de uno acudió con un buen resacón!), en el apartamento estudio 2 con vistas de Julián y con Raúl como insigne anfitrión, La Sartén Littéraire se reunió en pleno. Sí, esta vez estuvimos todos, en una velada que resultó muy especial desde las primeras llegadas a la cita, cuando, ¡sorpresa-sorpresa!: por la puerta entró nuestra sartencita en los madriles, La Abutrí de Getafe! Después de los abrazos, besos, achuchones y griterío (¡viva el griterío!), nos sentamos a comer.


Ganchitos, patatas y chips de yuca deliciosos... el aperitivo (muy gringo con Coca-cola, aunque los más despiertos ya tomaron vino) dio paso a un despliegue de manjares mex: nachos con queso fundido, fajitas de pollo, burritos de ternera, plátano frito... todo enderezado con salsas picantes, aromático cilantro y refrescante lechuga y tomate en la guarnición. Para beber, triunfaron las cervezas Coronita y Negra modelo. Más griterío alzando vítores: ¡Por nosotros! ¡Salud! ¡Viva México, cabrones!

Llegó entonces el momento del postre: un estupendo roscón de crema! Un cero muy dulzón, como la puntuación que la mayoría otorgó al Leonora de Elena... Ponchisloba? Ponchacova? No, Poniatowska! Con los cafés, se unió a la veladaLittleEmily (felices de ver que quien prueba una vez la sartén... repite!) y empezó la tertulia entorno a un libro que desató mucha controversia. Para Raúl y Samedimanche resultó un buen libro, el interesante y apasionante retrato de una mujer y una época dignas de novela. Pero para el resto... o a muerte contra él (Julián, Insonrible y Closeau), o encontrando una de cal y una de arena (Kira, LittleEmily Powerful y Toronto).

Poniatowska, Elena.
Leonora
Barcelona: Seix Barral, 2011.
512 pág. (Biblioteca Breve).
ISBN: 978-84-322-1403-5. 21,00 €

Coincidimos bastante en hacernos una idea de como debió ser Leonora: loca, loca, loca! (y el estribillo de Shakira se apoderó de la palabra “loca”). O mejor dicho, cómo debió ser para Poniatowska, que es muy diferente! A algunos les repateó esa imagen de rebelde, aventurera, rara (¡soy un caballo!) y artista bohemia, cuando tienes detrás a una mamá multimillonaria que te pasa un buen cheque mensual: la rebelde era la madre! Pero en general, no nos fiamos de la imagen que se nos da aquí de ella. De hecho, sólo pudimos contrastar que la Carrington fue siempre una señora muy discreta con tendencia a aislarse de su entorno, sea en Inglaterra, en los USA o el México donde terminó instalándose, bastante desinteresada al parecer por el idioma y sus gentes. Un ejemplo que nos aportó Kira, con conocimiento de mexicana: pasajes como la revuelta estudiantil del 68 que aparece en la novela, fue más vivido por Poniatowska y su entorno (la izquierda intelectual del país) que por la propia Leonora. Todo lo demás.... un poco folletinesco? Tópicos a capazos para explicar un material tan sensible y difícil como la vida de una artista.


Max Ernst
Le facteur cheval
(por el capítulo El cartero Cheval de Leonora)

De la recreación del entorno de las vanguardias artísticas (algo así como un Midnigth in Paris transoceánico), nos gustó especialmente que desmitifique a muchos personajes de los que por ahí desfilan. Así, Ersnt, Breton, Dalí, Miró, la Fini o Duchamp interactúan como autenticas mamarrachas... o el choque de coronas con Frida Kahlo, que desató un pequeño debate entorno al divismo y el ego de las musas, que apuntó Closeau. Y no entendemos cómo Carrington no se relacionó más con Luis Buñuel durante su exilio. Capítulos aparte para Remedios Varo, la amiga del alma y motor artístico de su etapa mexicana (Samedimanche encabezó el grupo de los que prefieren las pinturas de Varo a las de Carrington), o tambíen un aparte para la ricachona de Peggy, porque aunque en la novela pueda caer fatal (sobre todo a su protagonista)... todos quisiéramos ser Peggy Guggenheim!

Cargó que el estilo en algunas ocasiones quiera ser más surrealista que la misma obra de Leonora, pero, en conjunto, pocas cosas a objetar sobre la forma. Se lee muy bien. A los capítulos cortos se une un ritmo ágil que engancha (sólo se hizo algo pesado el trozo sobre la locura y el ingreso en el psiquiátrico de Cantabria...), mucho diálogo y algunas soluciones originales, como los arranques de capítulo a tres voces en los que Kira se fijó.

Pero dejemos ya Leonora, porque la tarde nos deparaba... una primicia mundial!!! Para la ocasión vino Mela , desde ya, una sartencita más y cámara oficial para eventos de lujo como el que celebramos: ni más ni menos que la presentación en La Sartén Littéraire de Cold Turkey, la novela de Insonrible.

Ante la cámara, Insonrible nos presentó su manuscrito e hizo entrega de varias copias para que los sartencitos seamos de los primeros en leerlo y darle nuestra opinión. El toque de salida lo dio Samedimanche leyendo en voz alta la primera página, momento debidamente registrado para la posteridad.

Y la estupenda tarde terminó en los sofás, con Insonrible y La Abutrí explicando entre risas las anécdotas agusinantes con su tía Francisca, o Raúl y Julián enzarzados en una discusión muy de Los Roper, total por cuatro platos por fregar. Momentos muy entrañables, algo surrealistas también!

jueves, 2 de junio de 2011

El día de la difunta



Sartencitas y sartencitos, mariachis, narcos, calaveras y esqueletos completos, luchadores, soldaderas, santos y virgencitas... Se acerca el día!

Inesperadamente, aunque por su edad (¡94!) podía pasar, la lectura de Leonora ha coincidido con la muerte de su protagonista, Leonora Carrington. La mamacita cry (que diría El Vez). Así que esta nueva reunión de La Sartén Littéraire será especial, un humilde homenaje a la mexicana (que en realidad fue muy británica, pero bueno, ya llevábamos muuuuchas reuniones de té con pastas y sandwich de pepino transgénico). Prepárense para algo exótico: invocaremos el espíritu de la plana mundial del Surrealismo, porque es posible que al segundo tequila nos aparezcan todos por el salón de la casa de Julián, en el barrio del Eixample barcelonés, donde con Raúl como anfitrión, celebraremos a las 14:30 del domingo 5 de junio, un día de la difunta por todo lo alto.
Por cierto, un primer cruce de opiniones off the blog sobre la novela de Elena Poniatowska promete una tarde más incendiaria que el chile... Ándele!