sábado, 24 de septiembre de 2011

Matadero Cinco

Quien dice Venus, dice Trafalmadore...
También hay vida en la Tierra, pero es peor.
(Ilustración: Bizarre Stuff)

"Matadero Cinco catapultó a Kurt Vonnegut como uno de los grandes ídolos de la juventud norteamericana y se convirtió de inmediato en un clásico de la literatura contemporánea. Una historia amarga, conmovedora y a la vez divertidísima, de la inocencia confrontada con el apocalipsis, «una novela con ribetes esquizofrénico-telegráficos», en palabras de su autor. Kurt Vonnegut fue hecho prisionero en la Segunda Guerra Mundial y se encontraba en Dresde cuando esta ciudad fue bombardeada y arrasada por la aviación norteamericana; este hecho le marcó profundamente y decidió escribir un libro en torno a ese tema: Matadero Cinco. La historia de un superviviente de la matanza que, muchos años más tarde, es raptado y transportado al planeta Trafalmadore es una de las muchas tramas que se entrecruzan en una obra profundamente innovadora, en la que resplandecen cegadoras metáforas de la nueva era y en la que los pasajes de ciencia-ficción funcionan a la manera de los payasos de Shakespeare. El humor, a menudo muy negro, es esencial en la obra de Vonnegut, quien ha afirmado que «lo cómico es parte tan integral en mi vida que empiezo a trabajar en una historia sobre cualquier tema y, si no encuentro elementos cómicos, la dejo»".

(Texto: Anagrama)

jueves, 22 de septiembre de 2011

Vivement Dimanche



Llegó el domingo y los sartencitos acudieron a su primera cita literaria del nuevo curso. Madame Clouseau, anfitriona de lujo, recibió en su apartamento. La intención era que la velada transcurriera en el patio, pero unas nubes pasajeras nos trasladaron al interior cuando empezó a llover. Cosas del final del verano. Entorno a la mesa: Insonrible, Samedimanche, Closeau, Julián, Raúl, LittleEmily, B. Powerful, Toronto, Kira y, como invitada de excepción, llegada de México, nos visitó su encantadora hermana A. Debajo de la mesa, encima de la cama y alrededores: Marcello, el lindo gatito de Closeau.

Excepto un delicioso guiso de pommes de terre y el brie, nada más francés y nada de nada alemán o ucraniano para el menú de Suite francesa. Pero bueno, como si de un estraperlo internacional se tratara, hubo sushi japonés, banitsas búlgaras, pan con tomate y embutidos de la tierra, vino de Rioja y coronitas mexicanas. Las nubes descargaron, pasaron y pudimos regresar al patio para los postres (pastel de ciruelas y trufas de chocolate), cafés y copas. De banda sonora de fondo, Closeau puso a la Piaf, algo de chanson y Pink Martini. El vecino contribuyó con su potente aspirador y percusiones aborígenes sacudiendo con brío alpargatas y alfombras.

Este curso, inauguramos sección sartenera:

¡Concurso de cubiertas!

La Sartén Littéraire se decantó por la más sencilla, a la par que elegante, y ganó la cubierta rosada de Salamadra, conmemorativa del décimo aniversario de la editorial.

Némirovsky, Irène. Suite Francesa. Traducción: José Antonio Soriano Marco. Barcelona: Salamadra, 2010. (Narrariva). 544 p. ISBN: 978-84-9838-338-6. 12,00 €

Suite francesa nos gusto por unanimidad. Quedamos todos encantados con la elección. No encontramos ningún pero a semejante obra de arte, al contrario: la lástima de saber que se trata de una obra inacabada y a qué grado de perfección habría llegado si la hubiese terminado y revisado! El manuscrito que milagrosa y afortunadamente se salvó, está actualmente en el Museun of Jewish Heritage de Nueva York.

El tono realista, triste por la situación de sus protagonistas, pero sin sentimentalismos lacrimógenos, también tiene sitio para el humor: el soldado muerto que asiste a su entierro (...y que gordo vienes de la guerra!), la hilarante condesa loca, o esas ordinarias españolas! Bien documentados por los espléndidos anexos de algunas de las ediciones, comprobamos que la prosa de Némirovsky es muy cinematográfica (...ya tardan en hacer la serie!). Con pasajes de una belleza arrebatadora, acompañados de un detallismo desbordante: como describe los interiores de las casas, granjas, los bosques y jardines... de las telas a los cubiertos de plata, el mobiliario y la porcelana... y siempre sin que se haga pesado. Al contrario, todo fluye en la acción de manera ágil y muy elegante. Ni falta ni sobra absolutamente nada. Música perfecta, como una suite de Bach (tomó el título de la novela de la Suite Francesa de Johan Sebastian Bach).

Repasamos la amplia galería de personajes. Némirovsky, que preparaba biografías enteras y detalladas de sus personajes, uno por uno, como paso previo a la redacción de las novelas, borda todos los caracteres por diferentes que sean, con esa manera tan sutil de retratarlos sin ningún juicio moral, que ellos mismos, buenos y malos, se muestren tal como son por sus pensamientos y acciones. Por citar solo tres, diremos que gustó especialmente Arlette Corail, la bailarina; sufrimos todos con el trágico destino del pobre cura Martin Péricaud; no gustó demasiado la actitud algo bruta de Benoît (aunque abría un interesante hilo sobre la reivindicación de los derechos de los más pobres, aumentada a raíz de las injusticias que las diferencias de clase propiciaron durante la Segunda Guerra Mundial). El tema del colaboracionismo con los alemanes nos llevó hasta... 'Allo 'Allo! Y también a casos de judíos que no huyeron y sobrevivieron la mar de bien, como Gertrude Stein y Alice B.Toklas. Y cayó una recomendación para conocer el punto de vista inglés de la ocupación nazi a través de Good Evening, Mrs Craven, de Mollie Panter-Downes.

Irène Némirovsky con su madre, Anna Némirovsky, en 1912 o 1913.

No pudimos separar la novela de la vida de su autora, que recordamos terminó muriendo en el campo de concentración de Auschwitz. Con La agonía de Francia de Manuel Chaves a mano, supimos que muchos franceses no huyeron porque estaban plenamente convencidos de que su país no les defraudaría y nada malo les iba a pasar! Además, Némirovsky en aquella época era ya una escritora de prestigio y quizás se confió demasiado de por ser quien era pensando que no la deportarían. Tristemente no fue así.

Entre los sartencitos había quien conocía otras novelas de la misma autora, en concreto Los perros y los lobos, El ardor y la sangre o El baile... Y viendo ahora todos con Suite francesa como escribía esta señora, no entendemos que, aún gozando de cierta fama y reconocimiento, no figure ya entre los grandes nombres de la literatura universal.

Y para la próxima Sartén...

No abandonamos la Segunda Guerra Mundial, pero sí hacemos un cambio de registro radical. Toronto propone un viaje por el tiempo desde Dresden a Trafalmadore subidos en la nave espacial de Kurt Vonnegut: Matadero Cinco.


viernes, 16 de septiembre de 2011

Sartén francesa


¡Se acerca nuestro día D!

D de domingo, 18 de septiembre de 2011, a las 14:00 horas.

La tropa de la Sartén Littéraire desembarcará en casa de Madame Closeau para charlar sobre Suite francesa de Irène Némirovsky.

El espíritu francés de la velada transformará el acogedor apartamento de nuestra anfitiona en aquel 84 del Boulevard Delessert, la residencia parisina de los Péricand durante la Segunda Guerra Mundial... Pero nos saltaremos el racionamiento y tiraremos del lujo desmedido del estraperlo para comer y beber como es debido!


Jusque-là, cher sartenets!

(Foto: Le Petit Parisien (1952) de Willy Ronis y vista de la Tour Eiffel desde el Boulevard Delessert de Bruno Pop)

martes, 13 de septiembre de 2011

La agonía de Francia


Jacques Bonsergent llorando durante la entrada de las tropas nazis. París, junio de 1940. Fotografía que representó la indignación e impotencia de los franceses ante la derrota. Bonsergent fue el primer parisino ejecutado por los alemanes antes de la Navidad de 1940, tras ser condenado a muerte por participar en una pelea donde murió un soldado alemán. (Fuente: Laïus d'olibrius)

Nuestra sartencita LittleEmily, hace unas semanas encontró un libro que, según nos cuenta vía e-mail:

"... podría ir muy bien para complementar Suite francesa de Némirovsky (que no nos pase como con la Poniatowska que a nadie le salia el nombre): explica en unas 100 páginas porque los franceses se hundieron tan pronto cuando llegaron los alemanes. El título es: La agonía de Francia, de Manuel Chaves Nogales. La editorial, Libros del Asteroide.

Chaves Nogales era un periodista español que estuvo exiliado en París cuando empezó la Segunda Guerra Mundial. Lo mejor del libro es que todo lo que escribe lo escribió en aquel mismo momento, en el que todo estaba pasando, no hay una reflexión de años por medio. Además, no llegó a ver el final de la guerra, murió en 1944”.



Chaves Nogales, Manuel. La agonía de Francia. Prólogo de Xavier Pericay. 5ª ed. Barcelona: Libros del Asteroide, 2011. 208 p. ISBN: 9788492663217.

(Foto de la cubierta: Libros del Asteroide)


Post Scriptum: no dejéis de ver las curiosas fotografías de la Francia ocupada que nos ofrece ésta web indefinible.


jueves, 8 de septiembre de 2011

Une sartén regard



El título de esta entrada es nuestra adaptación particular de la famosa sección del festival de cine de Cannes... Pero la película que hoy ponemos en la sartén ganó el primer premio de otro festival, el de Venecia, que miren por donde, casualmente se celebra por estas mismas fechas. La Sartén Littéraire siempre afin al glamour, aunque no tengamos góndola, ni más canales que los de la TDT.

Un más que merecido león de oro se llevó en 1952 Los juegos prohibidos (Jeux interdits) de Réne Clément. Quizás para desengrasar un poco con tanto drama, mejor podríamos haber escogido algo como ahora Allo, Allo! o Malditos Bastardos, que tratan la ocupación nazi en Francia con desparpajo y humor. Pero si no conocen la película de Clément, no duden en buscarla y verla (pañuelo en mano). La recomendación llegó vía Madame Insonrible hace tiempo, sin saber entonces que algún día leeríamos Suite francesa en La Sartén. Como en la novela, esta película retrata de forma conmovedora ese momento de la huida por los caminos de la campiña francesa:



“Junio de 1940. Centenares de franceses, entre los que se encuentran la pequeña Paulette y sus padres, se dirigen en un desesperado éxodo hacia el sur de Francia. Los aviones nazis sobrevuelan el camino y bombardean sin piedad a la multitud. Los padres de Paulette y su perro mueren durante el ataque. Alguien lanza el cadáver del animal al río, pero la niña, incapaz de separarse de él, decide seguirlo, lo que propicia su encuentro con Michel, un chico de once años, que la lleva a la granja de sus padres, donde es muy bien acogida.”(FILMAFFINITY).


lunes, 5 de septiembre de 2011

Vida de novela


Irène Némirovsky


"11 de Mayo de 1945. Respuesta de Robert Esménard a Marc Aldanov.

La señora Némirovsky fue, efectivamente, detenida el mes de julio de 1942, llevada al campo de Pithiviers, y después deportada. Su marido, unas cuantas semanas más tarde, pasó por lo mismo. No hemos tenido noticias y estamos extremamente preocupados por ellos. Sé que la señorita Dumont, que salvó a las dos niñas, las educa perfectamente." ( I.N. Correspondencia 1936-1945).

Tremenda la vida de Irène Némirovsky. Sin duda, en Suite francesa volcó mucho de la clase y el estatus que conoció de primera mano, sin dejarse detalle alguno, miserias incluidas. El prólogo con su biografía y los anexos con la correspondencia de algunas ediciones de la novela (Salamandra en castellano y RBA-La Magrana en catalán) aportan un personaje más a las familias y alrededores del éxodo francés que relata: la misma autora. Una vida dura desde la infancia, con un paréntesis feliz en Paris de los años 20', escribiendo y formando su verdadera familia, hasta la llegada de la guerra y el trágico final en Auschwitz. ¡Y qué fuerte lo de su madre! Las sartencitas que leyeron El baile seguro podrán aportar más datos al respecto (dicen que esta novela tiene como trasunto mucho de esa relación). Pero lo que hizo la madre desentendiéndose totalmente de su hija y sus nietas ante la deportación, viviendo ella en Biarritz a cuerpo de reina... no tiene nombre ni perdón! Encima la vieja (que odiaba envejecer) murió pasados los cien! Si es que mala hierba...

"Irène Némirovsky (Kiev, 1903-Auschwitz, 1942) recibió una educación exquisita, aun- que tuvo una infancia infeliz y solitaria. Tras huir de la revolución bolchevique, su familia se estableció en París en 1919, donde Irène obtuvo la licenciatura de Letras en la Sorbona. En 1929 envió su primera novela, David Golder, a la editorial Grasset, dando comienzo a una brillante carrera literaria que la consagraría como una de las escritoras de mayor prestigio de Francia. Pero la Segunda Guerra Mundial marcaría trágicamente su destino. Deportada a Auschwitz, donde sería asesinada igual que su marido, Michel Epstein, dejó a sus dos hijas una maleta que éstas conservaron durante decenios. En ella se encontraba el manuscrito de Suite francesa, cuya publicación en 2004 desencadenó un fenómeno editorial y cultural sin precedentes: la novela se tradujo a treinta y nueve idiomas, obtuvo numerosos premios —entre ellos el Premio Renaudot, otorgado por primera vez a un autor fallecido— y fue uno de los libros más leídos en casi todos los países donde se publicó, con más de un millón de ejemplares vendidos en todo el mundo. En España fue galardonada con el Premio del Gremio de Libreros de Madrid y también cosechó un sorprendente éxito comercial". (Texto: Salamandra).

Página web sobre Irène Némirovsky: http://www.irenenemirovsky.guillaumedelaby.com/

jueves, 1 de septiembre de 2011

Aristogatos


¡Aquí estamos de nuevo! En La Sartén Littéraire debemos tener el carácter del gato, aquel que, como escribió Irène Némirovsky en Suite francesa, enseguida se acostumbra a los lugares donde se le trata bien.

Apuesten sus botas de gato con botas a que entre las muchas cosas de Suite francesa que más le ha gustado a Closeau (nuestra próxima anfitriona que escogió la novela), una es el amor que Némirovsky mostró por los gatos. Seguramente el mismo que siente ella por su gato Marcello... y Julián por su bella Lola, Samedimanche por Elvis (después de Albert, y no me refiero al gato de la familia Péricaud!), La Abutrí de Getafe por su Fellini y LittleEmily por sus 2 (¿o eran 3?¿4?) gatos...

Así que una buena manera de volver después de las vacaciones de verano puede ser hacerlo al ritmo de los gatos más aristocráticos de París, pero pasados por el savoir-faire de un viejo gato callejero: Brian Setzer y su orquesta: Everybody wants to be a cat!




(Ilustración Books, cats, life is sweet de Edward Gorey)